Nuevas normas de entrada en la UE
En toda Europa, los viajeros se enfrentan a una gran transformación a medida que la UE despliega su nuevo Sistema de Entradas y Salidas (SES). Desde octubre, muchos aeropuertos y puestos fronterizos ya han implantado la plataforma fronteriza digital, que sustituye de hecho al sellado manual de pasaportes. Como resultado, los puntos de entrada están ahora llenos de colas, mientras los viajeros se adaptan a las nuevas medidas. Sin embargo, las autoridades sostienen que este cambio acabará agilizando la entrada y mejorando la seguridad.
Qué es la EEE
Esencialmente, el SES es la nueva plataforma automatizada de la UE que registra a los ciudadanos no comunitarios que entran o salen del Espacio Schengen. Recoge huellas dactilares, imágenes faciales y datos del pasaporte en el control fronterizo.
Además, registra las fechas y lugares de entrada y salida, lo que elimina los sellos manuales. El sistema se puso en marcha en octubre de 2025 y debe estar plenamente operativo en abril de 2026. Actualmente, sólo afecta a los viajeros de «terceros países». Mientras tanto, los ciudadanos de la UE y los residentes legales siguen utilizando sus carriles y procedimientos actuales.
Por qué lo introdujo la UE
Los funcionarios de la UE describen el SES como un esfuerzo de modernización planificado desde hace tiempo. En concreto, su objetivo es mejorar los controles, reducir la inmigración irregular y realizar un seguimiento más preciso de las estancias prolongadas. Además, la Comisión Europea afirma que el registro digital evitará la pérdida de sellos y los controles manuales incoherentes.
Las autoridades sostienen que el nuevo sistema dará a las agencias fronterizas un acceso más rápido a datos fiables.
Dónde ha llegado el EES en directo
El despliegue continúa en toda Europa, pero varios lugares se activaron antes de tiempo. Por ejemplo, Polonia y Hungría conectaron totalmente al SES sus pasos fronterizos terrestres con Ucrania. Estos pasos gestionan miles de entradas diarias, por lo que las autoridades esperan que el nuevo sistema agilice el registro.
Además, el Aeropuerto de Zúrich (Suiza) entró en funcionamiento el 17 de noviembre de 2025, convirtiéndose en uno de los primeros grandes centros en integrar el conjunto completo de herramientas biométricas.
Mientras tanto, España también encendió el sistema en el Aeropuerto de Tenerife Sur a principios de noviembre. Este emplazamiento representa el primer despliegue aeroportuario a gran escala de España, y los funcionarios lo describen como una prueba de estrés clave. Otros aeropuertos de Alemania, Italia y Francia continúan la integración por fases.
En general, la agencia de fronteras de la UE espera una amplia cobertura para la primavera de 2026.
Largas colas y grandes retrasos
A pesar de los objetivos a largo plazo, la primera oleada de activación ha provocado atascos. En particular, el aeropuerto de Tenerife Sur sufrió grandes retrasos y aglomeraciones tras el lanzamiento de la EES. Los viajeros informaron de colas que se extendían hasta el vestíbulo de llegadas. Por ello, las compañías aéreas han recordado a los pasajeros que lleguen antes para las salidas.
En cambio, el aeropuerto de Zúrich experimentó menos atascos, aunque los funcionarios revelaron que los tiempos de procesamiento aumentaron para las primeras inscripciones biométricas. En consecuencia, muchos aeropuertos han añadido personal adicional para guiar a los pasajeros por los nuevos carriles.
Aunque la Comisión subraya que los retrasos deberían disminuir, los primeros roces siguen siendo habituales en los centros de tránsito más concurridos. En última instancia, el sistema requiere que cada nuevo viajero registre los datos biométricos una sola vez, pero la captura inicial lleva más tiempo que un control de pasaportes tradicional.
Impacto del SES en los viajeros
Los viajeros no pertenecientes a la UE deben prepararse para tiempos de tramitación más largos durante la primera implantación. Esto se debe a que ahora los agentes fronterizos toman huellas dactilares y realizan un escaneado facial durante el primer encuentro con el EES. Después, el sistema almacena los datos para futuros cruces, lo que debería reducir los tiempos de espera. Sin embargo, la primera sesión aún puede durar varios minutos por pasajero. Como resultado, muchos viajeros han expresado su frustración.
Los informes de las redes sociales muestran confusión sobre si el registro se produce a la llegada o a la salida. Normalmente, ocurre a la entrada, aunque algunos puestos fronterizos también capturan una confirmación de salida.
Además, los viajeros ya no reciben sellos de pasaporte, lo que significa que deben confiar en el seguimiento digital para los límites de las estancias cortas. No obstante, las agencias fronterizas destacan que este enfoque evita disputas sobre sellos descoloridos o entradas que faltan.
Qué deben esperar los visitantes de corta estancia
Los viajeros de Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y decenas de otros países deben participar en el EES en cada visita Schengen. Además, deben presentar pasaportes válidos, someterse a una imagen facial y proporcionar cuatro huellas dactilares.
Además, deben confirmar la duración prevista de su estancia, que el sistema verifica automáticamente. En muchos casos, el proceso sustituye al interrogatorio manual.
Mientras tanto, los funcionarios aconsejan a los viajeros que dejen tiempo extra en los aeropuertos y fronteras terrestres mientras avanzan los despliegues. También recomiendan comprobar los avisos de los aeropuertos, ya que en algunas terminales puede haber colas más largas que en otras. Aun así, las autoridades esperan que los visitantes que regresen pasen rápidamente por los carriles EES una vez que sus perfiles estén activos.
Implicaciones más amplias para Europa
Con el tiempo, el SES cambiará la forma en que Europa controla la migración a corto plazo. En particular, las agencias fronterizas dispondrán de información en tiempo real sobre los rebasamientos de estancia y las pautas de viaje de alto riesgo.
Además, el sistema será compatible con la próxima autorización de viaje ETIAS, que comenzará poco después de la plena activación del SES. Juntas, estas herramientas reconfiguran el enfoque europeo de la gestión de millones de visitantes anuales.
La UE prevé millones de llegadas de extracomunitarios en 2026, lo que subraya la necesidad de automatización. Al mismo tiempo, los defensores de la privacidad advierten sobre el almacenamiento de datos biométricos a gran escala. Sin embargo, la Comisión insiste en que los datos están encriptados y sujetos a normas estrictas de conservación. No obstante, es probable que continúe el escrutinio público a medida que más viajeros pasen por los puntos de control del SES.
El camino hacia la EEE
Los próximos meses determinarán la fluidez de funcionamiento de la EES durante las horas punta. Mientras tanto, los aeropuertos de Alemania, Francia e Italia continuarán el despliegue gradual con equipos actualizados.
Además, las fronteras terrestres de Europa Central y Oriental ampliarán su capacidad para atender los viajes de invierno y primavera. Es posible que persistan los retrasos, ya que millones de viajeros se inscriben por primera vez.
Aun así, los funcionarios mantienen que el sistema agilizará los futuros cruces y contribuirá a una gestión más eficaz de las fronteras. En general, el éxito dependerá de una dotación de personal adecuada, un hardware fiable y una comunicación clara a los viajeros. Si estos elementos mejoran, Europa podría pasar a un sistema de entrada más previsible y seguro para la temporada de viajes de 2026.
Conclusión
Los cambios en las fronteras europeas ya están dando forma a las experiencias de los viajeros. Aunque el despliegue inicial ha producido retrasos, el SES representa una importante mejora tecnológica.
Además, su impacto a largo plazo influirá en la seguridad, la migración y el turismo en todo el Espacio Schengen. Los viajeros que se preparen para la biometría y dispongan de tiempo extra superarán la transición más fácilmente.
En definitiva, el nuevo sistema marca el fin de los sellos de pasaporte y el inicio de una era digital en las fronteras europeas.
Foto de David Syphers en Unsplash